La detención de altos mandos de la Policía Nacional del Perú (PNP) en Arequipa ha puesto en evidencia un preocupante caso de corrupción dentro de la institución. En un operativo conjunto llevado a cabo por la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) y la Fiscalía Anticorrupción, se arrestó al mayor Víctor Raúl Garaúndo Ramos, jefe de la Comisaría de Mariscal Castilla, junto al suboficial Jean Franco Elvis Cornejo Vásquez y el civil Tomás Enrique Choque Medrano. Los tres son acusados de extorsionar a locales nocturnos en el distrito de Cerro Colorado.
El operativo y las pruebas
La intervención, que incluyó el allanamiento de seis inmuebles, resultó en la incautación de aproximadamente S/80,000 en efectivo, de los cuales S/60,000 fueron encontrados en la propia comisaría de Mariscal Castillo. Este hallazgo refuerza las acusaciones de que los implicados estaban involucrados en actividades de cohecho, exigiendo pagos a cambio de protección o para evitar sanciones a los locales nocturnos.
Las sospechas de corrupción comenzaron a gestarse en enero de 2024, cuando las autoridades empezaron a reunir pruebas suficientes que indicaban el involucramiento de estos agentes en actividades ilícitas. La evidencia recolectada a lo largo de los meses fue fundamental para proceder con los arrestos, culminando en este operativo que representa un duro golpe a la credibilidad de la PNP en la región.
La corrupción, un problema sistémico
Este caso no es aislado. Un informe de Panamericana reveló que, hasta mayo de 2024, 100 agentes de la PNP habían sido detenidos por cargos de cohecho. Este dato se suma a la alarmante estadística del 2023, donde las fiscalías peruanas iniciaron 523 investigaciones por cohecho pasivo contra miembros de la policía, lo que indica que cada 16 horas se reporta un nuevo caso de presunta corrupción entre los oficiales.
El aumento exponencial en las denuncias de cohecho contra la policía, que ha visto un incremento de más del 700% en los últimos cinco años, según El Comercio, plantea serias preocupaciones sobre la integridad de la fuerza pública. Esta tendencia no solo afecta la confianza del público en las instituciones encargadas de mantener la ley y el orden, sino que también sugiere la existencia de una cultura de impunidad y mala gestión dentro de la PNP.
Consecuencias y medidas disciplinaria
En respuesta a esta problemática, la PNP ha intensificado las medidas disciplinarias. El general PNP Víctor Zanabria anunció que al menos 1,500 agentes podrían pasar a retiro por medidas disciplinarias solo en el año 2024, una cifra récord que supera significativamente los números de años anteriores. En 2023, 1,030 agentes fueron retirados, y en 2022, la cifra fue de 990. Este aumento en los retiros refleja un esfuerzo por parte de la PNP para limpiar sus filas y restaurar la confianza pública.
Para los ciudadanos que desean reportar conductas indebidas de los miembros de la PNP, la Central Única de Denuncias ofrece una plataforma digital y telefónica. Los informes se pueden presentar a través de:
Canales para denunciar la corrupción
- Línea gratuita: 1818
- Correo electrónico: [email protected]
- Aplicativo móvil: CUD 1818
Esta plataforma facilita la presentación de denuncias no solo sobre corrupción policial, sino también sobre trata de personas, violencia familiar, y otros delitos. La información recibida es evaluada y dirigida a las dependencias correspondientes para su investigación.
La detención de los oficiales en Arequipa destaca la gravedad de la corrupción dentro de la PNP y la urgente necesidad de reformas profundas. Mientras el país se enfrenta a esta creciente crisis de integridad, es crucial que las autoridades continúen sus esfuerzos para combatir la corrupción y restaurar la confianza en las instituciones públicas. La vigilancia constante, la transparencia y el compromiso con la justicia son esenciales para asegurar que la Policía Nacional del Perú cumpla con su deber de proteger y servir a la sociedad.