El Perú se levanta como una nación vibrante, rica en cultura e historia. Sus paisajes, desde los imponentes Andes hasta las extensas costas del Pacífico, albergan una diversidad de pueblos y tradiciones que conforman la identidad de este país. Sin embargo, detrás de esta belleza y potencial, la sombra de la pobreza persiste, afectando a millones de peruanos y dibujando una realidad compleja y desafiante.
Rostros Humanos Detrás de las Estadísticas:
Las cifras de pobreza en el Perú, aunque alarmantes, no reflejan la totalidad de la historia. Detrás de cada estadística, hay un rostro humano, una familia luchando por sobrevivir, un niño soñando con un futuro mejor. En las zonas rurales, donde la pobreza se acentúa con mayor crudeza, encontramos a campesinos que trabajan incansablemente bajo el sol ardiente, cosechando la tierra para alimentar a sus familias, pero cuyos ingresos apenas alcanzan para cubrir sus necesidades básicas.
Los resultados dados a conocer por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) responden a una serie de factores que ocurrieron durante el 2023, los cuales son desmenuzados por la Red de Estudios para el Desarrollo.
En el 2023, la caída de la producción en todo el país fue de -0,6%. Es decir, en lugar de crecer, caímos. Fue el año de la recesión, la más pronunciada en casi tres décadas. Entre los sectores que más se registró una contracción fueron Pesca (-19,75%) y construcción (-7,86%).
De acuerdo al Banco Mundial, el 85% de la reducción en la pobreza que se vivió entre el 2004 y el 2019 se explica por el crecimiento económico. Según calcula el extitular del Ministerio de Economía y Finanzas, David Tuesta, regresar a un ratio de pobreza de 20% tal como nos ubicábamos en el 2016, nos tardará un promedio de 20 años, considerando un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 3%.
“Sabiendo que la tasa de pobreza de 2023 es de 29% y la proyección de crecimiento 2024-2028 es de 3% anual, regresar a la tasa de pobreza de 20%, prepandemia, tomará más de 20 años”, estimó el titular del Ministerio de Economía y Finanzas David Tuesta.
Un Ciclo Vicioso
La pobreza en el Perú no es un fenómeno aislado, sino un ciclo vicioso que se perpetúa a través de generaciones. La falta de acceso a educación de calidad limita las oportunidades laborales, condenando a muchos a trabajos precarios y mal remunerados. La salud deficiente, producto de la falta de acceso a servicios médicos adecuados, debilita aún más a las familias, atrapándolas en una espiral de pobreza y enfermedad.
Desigualdad: Una Brecha que Divide
La desigualdad es uno de los principales factores que perpetúan la pobreza en el Perú. La concentración de la riqueza en manos de unos pocos limita la movilidad social y dificulta el acceso a oportunidades para la mayoría. Mientras algunos gozan de privilegios y lujos, otros luchan por satisfacer las necesidades más básicas. Esta brecha abismal genera resentimiento, frustración y limita el desarrollo integral del país.
A pesar de la dura realidad, la esperanza no se apaga en los ojos de los niños peruanos. En ellos reside la fuerza y el potencial para romper el ciclo de la pobreza. Su sonrisa, su alegría y sus sueños son un faro que ilumina el camino hacia un futuro mejor.
La lucha contra la pobreza en el Perú es una responsabilidad compartida que requiere del compromiso de todos los sectores de la sociedad. Desde el gobierno y las organizaciones internacionales hasta el sector privado, la academia y la ciudadanía en general, todos tienen un papel que jugar para construir un Perú más justo y equitativo.
Un Futuro con Esperanza y Equidad
El Perú tiene el potencial de superar la pobreza y construir un futuro próspero para todos sus habitantes. La riqueza cultural y natural del país, junto al talento y la resiliencia de su gente, son bases sólidas para un desarrollo sostenible e inclusivo.
Erradicar la pobreza no será una tarea fácil, pero es una meta necesaria para construir un Perú donde cada niño tenga la oportunidad de soñar y alcanzar sus metas, donde cada familia pueda vivir con dignidad y donde la riqueza se distribuya de manera justa para el bienestar de todos.
Un Perú unido, solidario y comprometido con la justicia social puede y debe vencer a la pobreza. La esperanza reside en la acción colectiva y en la voluntad de construir un futuro mejor para todos.