La política peruana sigue tejiendo alianzas inesperadas y controversiales, y en esta ocasión, el foco está puesto en la posible unión entre Juntos por el Perú (JP) y el partido liderado por Antauro Humala. Este acuerdo, que suma fuerzas en miras a las elecciones generales del 2026, ha generado diversos análisis y opiniones entre los sectores políticos y la ciudadanía en general.
La historia política de Juntos por el Perú ha sido turbulenta y marcada por una serie de alianzas y desencuentros. Fundada en 2017 tras la sesión de inscripción política del Partido Humanista, la coalición inicial contaba con una amalgama de partidos como Fuerza Social, Ciudadanos por el Cambio, Movimiento por el Socialismo, entre otros. Sin embargo, su trayectoria tomó un nuevo rumbo con la entrada en escena de figuras como Verónika Mendoza, quien se convirtió en un referente clave para la agrupación.
El desafío de la controversial alianza
La alianza estratégica con Nuevo Perú, liderada por Mendoza, en las elecciones del 2020, llevó a JP a obtener cuotas de poder en el Congreso y en ministerios del gobierno de Pedro Castillo. Sin embargo, esta asociación también incluyó a Perú Libre, liderado por Vladimir Cerrón, generando tensiones internas y renuncias de destacados miembros debido a las controversias asociadas con Cerrón.
El devenir político de JP tras la derrota en las elecciones del 2021 implicó una reconfiguración de sus alianzas y estrategias. La posibilidad de una coalición con el Frente Amplio no prosperó, y fue entonces cuando la figura de Antauro Humala emergió como un potencial aliado. Con una militancia considerable y un discurso que resuena en ciertos sectores nacionalistas y revolucionarios, Humala y su partido representan una nueva opción para JP en su búsqueda de consolidar poder político.
Aunque el líder de Juntos por el Perú, Roberto Sánchez, ha sido cauteloso al respecto, calificando la posible alianza como “prematura”, las declaraciones de Humala acerca de considerar a JP como una “organización política hermana” han sido recibidas con interés por parte de algunos sectores dentro de la agrupación izquierdista.
Sin embargo, este nuevo capítulo en la historia de Juntos por el Perú no está exento de controversias y cuestionamientos. La trayectoria política de Antauro Humala, marcada por su pasado como exconvicto y sus posturas nacionalistas radicales, plantea interrogantes sobre los valores y principios que guiarán esta potencial alianza.
En un contexto político donde la polarización y la incertidumbre son moneda corriente, la alianza entre Juntos por el Perú y Antauro Humala agrega un elemento más a la compleja trama política peruana, dejando abiertas múltiples interrogantes sobre su impacto en el futuro del país.