Miles de peregrinos de Arequipa, otras regiones del Perú y el extranjero se unieron en una emotiva peregrinación al Santuario de la Virgen de Chapi, del 30 de abril al 1 de mayo. Entre cánticos, oraciones y alabanzas, los fieles atravesaron el árido paisaje para rendir homenaje a su venerada “Mamita”.
La fiesta:
La celebración se inició el domingo 30 de abril con la exposición de la imagen de la Virgen en la explanada del Santuario. Momentos de oración, bautizos, confesiones y bendiciones acompañaron a los fieles durante la jornada. La Misa de vísperas, presidida por Mons. Raúl Chau Quispe, y la serenata a la Virgen dieron paso a las mañanitas a medianoche, en un ambiente de fervor y devoción.
El mensaje:
El 1 de mayo, Monseñor Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa, presidió la Misa de fiesta, resaltando el amor maternal de María y el agradecimiento de los fieles que, a pesar de las dificultades, llegan hasta su Santuario. En su homilía, invitó a los presentes a no dudar del poder intercesor de la Virgen, capaz de alcanzar grandes gracias para sus devotos.
Despedida y repercusión:
La Misa de despedida y la procesión de retorno de la imagen al templo marcaron el final de la fiesta. El Santuario, convertido durante estos días en una ciudad de fe y tradición, despidió a los peregrinos con la promesa de reencontrarse el próximo año.
Más allá de Chapi:
La devoción a la Virgen de Chapi se extendió por toda la ciudad de Arequipa, con Misas y actividades especiales en la parroquia “Nuestra Señora de Chapi” del distrito de Miraflores y en el Santuario de Charcani. Las 76 parroquias de la Arquidiócesis también rindieron homenaje a la patrona popular de Arequipa.
Un agradecimiento:
Las autoridades locales y diversas instituciones se sumaron al éxito de la celebración, brindando apoyo en seguridad, salud, servicios básicos y logística. La unión de la fe y la organización permitió que esta tradicional fiesta religiosa se viviera con fervor y alegría.